miércoles, 12 de enero de 2011

Parafernalias





































1 comentario:

mila dijo...

Al hilo de lo que comentas en la entrada anterior, Sebastián, yo "vivo" enganchada al "durante". Algo inexplicable sucede en ese espacio de tiempo. De pronto todo se transforma, todo adquiere una intensidad y una dimensión que me conmueve. El entorno intervenido, adopta un nuevo significado. Nunca sé exactamente qué es lo que pasa, pero me cautiva. En cualquiera de los espacios en los que hemos actuado me ha sucedido lo mismo. Han sido, por lo general, espacios con una impronta (si es que este término se puede aplicar a un lugar..) muy honda, donde el paso del tiempo ha modelado lo que hoy son. Y cuando la huella de lo humano en forma de tela, los atraviesa, algo mágico sucede...
En ocasiones siento que "ataco" la escena rápidamente con la cámara de fotos, como si el objetivo último fuese el blog. Y cuando me he ido de ella, pienso que no me he parado lo suficiente a "escuchar" con todos los sentidos lo que en ese momento se está produciendo...y lo que se produce, es algo parecido al serpenteo de una llama en la hoguera...
Y siempre, siempre tengo presentes a las mujeres (no puedo olvidarme de mis abuelas...), que históricamente han realizado esta labor y que para mi, están en el origen de este proyecto y detrás de cada acción tendalera...