lunes, 14 de junio de 2010

Tendaleros italianos

Me he estado resistiendo durante un tiempo, ... pero ha llegado el momento de "tender".

A finales del mes de abril, fui con mis padres a Italia. A pesar de sus 73 y 67 años, respectivamente, era el segundo "gran viaje" de sus vidas... El primero fue a Paris hace tres años, antes de que mi padre sufriera una grave lesión. Toda una vida llena, básicamente, de trabajo...
Era seguro que el viaje con ellos movería cosas en mi interior y decidí aprovechar la ocasión para involucrar a mis progenitores en este viaje dentro del viaje.
Sería como testar en estos momentos de mi vida, "mis afectos" hacia los que un día decidieron que "alguien" viniese a compartir una parte de sus vidas...saber hasta que punto los antiguos dolores, esos que se arrastran sin remedio y sin saber cómo quitar, están curados...

Colgué fragmentos de nuestras vidas ante sus ojos en una suerte de terapia familiar. A orillas del Gran Canal en Venecia, y sin previo aviso por mi parte, el tercer día saqué la cuerda, las pinzas y algunas de las pocas fotos que había por casa (no hay muchas más), de nuestra historia. En los extremos de la cuerda, las manos firmes de mis padres sujetan el frágil hilo de la vida... ellos son el soporte de estos improvisados tendales cargados de significados ...

En medio de fugaces y nerviosas risas y un poco atónitos ( sobre todo mi padre a quien nunca hubiese imaginado participando de semejante acción ...mi madre solícita; le van las salsas),compruebo con gusto que se hacen cómplices. No preguntan; observan, reflexionan, ...algún comentario furtivo...


...aquel primer revolcón de una ola con su respectivo trago de agua salada en la bahía de la Concha... dos tiempos diferentes, dos mares distintos, la mismas corrientes que fluyen, el tiempo no se detiene...


Cambio de escenario.Bajamos a la hermosísima Siena. Esporádicos tendales en el interior del duomo. El espacio sagrado repleto de turistas...Mis padres, sorprendentemente, dispuestos a ser nuevamente cómplices de este "exponerse"en un espacio y una situación más comprometida. Celebración familiar entre las banderas de las diferentes "contrade" de la ciudad.


3 años. El fotógrafo de Siervas de Jesús me pedía una sonrisa. Toda pizpireta, con mi pañoleta en la cabeza y la mirada un tanto asustadiza ...blanco y negro...


Mi hermano y yo, a los pies de la pila bautismal ... nacidos con mácula, al igual que mis padres y los padres de mis padres . Culpables por el sólo hecho de estar... La culpa persiguiendo nuestras vidas: ¡qué trampa tan bien urdida!

Siena. Exterior del duomo. Mi hermano y yo el día de mi primera comunión. Después de aquello me corté el pelo. La trenza que guardo, atestigua el color de lo que me hicieron creer...blanco y negro...todo era gris...incluido el uniforme que me tapó las vergüenzas durante 14 años de mi vida...


3 comentarios:

El Angel Onicófago dijo...

Vaya acto de autoexposición, compañera. Me ha encantado y de alguna manera me siento obligado a contar algo, querer contar algo ante el burbujeo de sensaciones que me provocas, pero no encuentro palabras..!!

mila dijo...

Gracias Ángel Mª. BESOS

Anónimo dijo...

Ay, ay, ay, menudo secreto nos guardabas de tus vacaciones de Italia, así que fueron "especiales". Impresionante, por un lado no me imagino la cara de tus padres en el primer momento, y luego me parece fascinante el que les hicieses participes de esta historia y sobretodo de vuestra historia y de mostrarla. Realmente IMPRESIONANTE, MILA, ME HA ENCANTADO Y SORPRENDIDO. Besos. Mamen