miércoles, 19 de octubre de 2011

Gente tendalera











































1 comentario:

Mila dijo...

Una jornada memorable, la del pasado sábado. Viendo las fotos, vuelvo a disfrutar de la experiencia. Lo que ocurrió en el lavadero fue muy especial. Había cuatro generaciones lavando ropa, frotando contra la piedra, recordando el trabajo y las costumbres, que hasta no hace mucho tiempo, las mujeres realizaban en los pueblos. Las más veteranas nos instruían en el proceso y contaban, con cierta nostalgia, anécdotas de los tiempos pasados. Los más pequeños participaron entregados y emocionados en la acción, desde el lavado de la ropa y su tendido, hasta la realización de grandes telas pintadas, que luego pasaron a ocupar el interior del Palacio de los Oñate. Un día para mantener en el recuerdo...Habrá que repetir...