miércoles, 17 de junio de 2009

Zabalarte nº 2

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta, me gusta mucho la idea de la memoria como ropa tendida al viento. Me gusta mucho tu foto del cole colgada de una cuerda y una pinza. Eso es lo que somos, una vida que pende de un hilo, una fragilidad que marea sólo con pensar en ella. Y a veces nos creemos diosas, o seres eternos, nos pensamos más que nadie y nos imaginamos como importantes...¡Qué gracia!
 
Me has hecho pensar, y eso es algo que se agradece, esas fotos nos colocan en nuestro puesto, nuestro lugar de seres insignificantes, que sólo cobran importancia cuando alguien nos quiere. Ésa es la única cosa importante, lo único que puede hacer que el hilo resista, que no se rompa, que la vida siga teniendo su pequeñito significado.
 
Perdona el rollo pero me ha gustado y quería que lo supieras.
Además las fotos tienen fuerza, hay una del buzo azul que tiene muchísima potencia. Y las de tus mujeres completando el taqueado jaqués de la portada.
Invitan a remirarlas, a reverlas, a repensarnos.
 

Seguid por ese camino, promete.