manos tendaleras

manos que tienden "ausentes" y presentes...

manos que tejen presentes y futuros...

manos que tienden lazos, puentes...

manos creadoras, creativas

manos tendaleras...

manos amigas...

Ángela Glajcar

Espero que disfrutéis tanto como yo del trabajo de esta artista llamada Ángela Glajcar, que "tiende" enormes pliegos de papel que rasga, generando secuencias, ritmos, formas, luces, sombras...Todo un deleite. Tenía obra en art-madrid de pequeño formato (delicadas poesías...) y buscándola en la red, me ha fascinado la rotundidad y fuerza de su obra a gran escala. Habrá que seguirle la pista...y si es posible en directo...

Tendalero "Guerra de los Mundos"

Tendalero Anselm Kiefer

Tendalero Marquinez 4

tendalero Marquínez 2

Tendalero Marquínez

Tendalero Marquínez y adoradores

Hacía un frío del carajo, las manos entumecidas en el disparador, afuera un calor tremendo, el sable de luz que entraba por la ventana como un pozo inverso donde la negrura es lo de fuera y el espacio lo de dentro, y por casualidad, quizá buscando el "ángulo de Chirico", aparecen los adoradores.

Tendalero Marquínez y un hada

Y cuando andábamos agazapados por lo oscuro, resonando en el pecho las sensaciones del lugar, de lo sucedido, de lo presente, a la caza del instante en forma de foto, se alineó el sol por el ventanuco y una espontánea hada vino a calentarse las piernas revitalizando, de casualidad, el espacio que no muerto pero sí semiolvidado y latente.

Tendalero guante

Tendalero Marquínez

Nuestros ausentes en una ausencia aún más grande

Tendalero Marquínez

El espacio de la última intervención tendalera; el espacio de la iglesia de Marquínez y alas de mariposas, ambas con el encanto de lo abandonado con potencial de ser recuperado

CUESTA ARRIBA

...cuesta arriba,...pero tratando de superar las heridas de la batalla...

...las sombras de las hojas taponando el dolor de las almas laceradas...

...un poco de aliento...

CAMPOS DE BATALLA

Oscuros nubarrones acechaban en el horizonte aquella fría mañana. Aguardaban cautelosos, dispuestos a descargar toda su ira en el campo de batalla.

Dos bandos enfrentados, hermanos en su condición; semejantes; creyentes poseedores de una verdad, opuesta a la del otro y sin embargo ajena a todos y cada uno de ellos...

Arengados por diatribas, la furia se apodera de ellos. No ven. Ciegos de incondicionalidad embisten al enemigo dispuestos a perder lo único que tienen, por defender ideales que otros les impusieron como propios.

Inconscientes, borrachos del sentido de su justicia, o en espera de un paraiso al otro lado de no se sabe donde, riegan la tierra con el rojo de sus cuerpos...

Y mientras, los señores de la guerra, atrincherados en sus fortificaciones, frotan sus manos , como han hecho siempre, comprobando una vez más, cómo el rojo de los campos viste de verde el fondo de sus arcas. ¿Es que acaso todavía no sabemos lo que es una guerra? (¿o un partido de fútbol o tantas otras cosas...?)

Los supervivientes fueron hechos prisioneros; aunque no nos engañemos: ya eran reos en vida de sus propias-ajenas convicciones. Enjaulados , malheridos de creencias aprehendidas casi desde el momento en que nacieron.

Decía Herman Hesse que "en las disputas siempre ganan los optimistas". Si ese es el caso, mucho me temo que YO HE PERDIDO LA BATALLA.